jueves, 3 de diciembre de 2009

¿Y si nos caemos?

Y sí, yo quise retroceder el tiempo
con un botón de pausa entre mis manos
quise ver por última vez ese crepúsculo
ese que sabemos que la vida nos ha marcado.

Yo quise tener mi vida en una cinta
reproducir los momentos que yo deseaba
y dime, cariño, ¿Acaso tú jamás en este tiempo
pensaste siquiera en algo parecido?

Intenté grabar por sobre esa escena
pero la cinta se me resbaló de las manos
dime entonces, cariño, y dímelo sinceramente
¿Cómo pretendes que pise el pasado?

La cinta ya está rota, por si deseabas
a pesar de todo el tiempo volver a mirarla
no la rompí yo, ni tú, ni la distancia
Ella se rompió por si sola, se rompió y ya no hay nada.

Cuando quise adelantar la historia
Cinta ya no quedaba, y mientras eso sucedía
yo te preguntaba, ¿Y si nos caemos?
Y tú, tan solo me mirabas.

Las miradas hablan, ahora comprendo
tus dulces besos ya no volvieron a ser dulces
la cinta, es decir la historia, terminaba
Y al terminar el camino, finalmente caímos.

Cuando miro las estrellas me pregunto
porqué no jugué con el tiempo,
¿Por qué no lo detuve a pesar de todo?
El camino ya se rompió.

El cristal corta en las manos
porque yo te sufrí con seguridad y con tristeza
yo te sufrí y no con lágrimas cualquiera
y ni siquiera los lamentos pegaron el camino.

Y nos caímos, sí, caímos al abismo
Un tunel sin salida que no supimos iluminar
si es que algún día aprendieras, por casualidad
como alumbrar, enséñame, sin represión a brillar.

Nos caímos una vez, y en esta vida
volveremos a caer con toda seguridad
Ponte de pie y tómame la mano
Quiero caerme, hasta no poderme levantar.

Las rodillas sangran, como cual dedo suave
se posa sin cuidado sobre la rosa
Me caí de rodillas, sí, y yo no sé
si las espinas me las pueda sacar algun día.

Y las manos también me sangraron
en un vano intento por no caer
en un vano intento de no querer tenerlas
¿Para qué? Si estas solo escriben nuestra historia.

Los dedos siquiera supiera controlarlos
pero ellos escriben las angustias y las elegías
en este maldito lugar que parece una jungla
donde las ramas dispersas soltarme no desean.

Las ramas son las cintas, tú eres esa fuerza
Las cintas no me dejan, tampoco tu voluntad
¿Qué forma es esta de tratar?
Déjame respirar, cariño, déjame siquiera olvidar

Si te niegas como hasta ahora has hecho
empújame al vacío y dejémonos caer.
¿Y si nos caemos? Te pregunté.
Si nos caemos, yo no te sabría responder...

Y aunque hubiera sabido como
jamás habría podido, porque supe hoy
que cada vez que te pregunte, ¿Por qué no nos caemos?
Lo hice estando desde ya en el fondo del abismo.

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