lunes, 21 de diciembre de 2009

Todo es retórico.

Y al final del camino no sé que es lo que voy a encontrar. Por ahora, he visto un par de espejos rotos que se trizan un poco más cuando me veo en ellos. Uno que otro agujero que he tenido que saltar, fotografías, ilusiones, desiertos y mareas, terremotos y acantilados. Quizás mi problema es que me fijo demasiado en el camino, quizás olvidé sacarme la venda de los ojos... y cuando digo quizás es para que suene más bonito, porque sé que es así. Es una afirmación.
Del techo cuelga una que otra estrella, en la pared hay un te quiero con mi nombre y el tuyo, un te amo medio borrado. Una rosa negra que crece, una azul inexistente e imaginaria. La roja está marchita y la blanca se alimenta día a día. No hay árboles porque el camino es muy angosto, es como una pradera con paredes. Paredes que algunas veces son de cristal, y otras veces son de hierro indestructible. De ladrillo, de acero, de madera, o quizás simples cortinas que se vuelan con el viento. No puedo salirme, pero tampoco querría. Es mi camino, y las huellas se borran pero en mi mente queda el recuerdo de que algún día pasé por ahí, de que algún día mis pies estuvieron en contacto con las sustancias minerales del suelo. También hay superficies rocosas, de esas que si te caes... mejor ni decirlo. Y hay partes en que el pasto es tan verde que dan ganas de quedarse ahí toda una vida.
¿Hasta dónde llegará el camino? ¿Se caerán las paredes algún día? ¿Y si se caen? Si se caen estaré vacía, algo me hará falta... quizás el frío se entraría y el techo se me vendría encima. Pero cuelgan figuras del techo que a veces parece un cielo, y otras veces tiene diseños sicodélicos. Cuelgan figuras de papel: corazones, estrellas, arcoiris, rayos, entre otras. En la figura que es un papel sin forma, dice que la historia la inventé yo. En un rayo dice que estoy conciente de que en ese tipo de situaciones el error fue mío. Son cosas que ya sé... ¿Por qué insisten en ser recordadas?
¿Y yo? ¿Cómo me veo? A veces me veo como si hubiera cometido el peor error antes de morir, y otras me veo tan radiante que no necesito un sol, ilumino el lugar. Ahora me visto con unos jeans y una polera oscura de tiritas. Ayer me vestía de negro, y antes de ayer me vestía de celeste. Así es como cambio, como las cosas cambian. Mi cabello se cae en ciertas ocasiones, mis ojos amanecen más claros algunos días, y quizás subo o bajo uno que otro kilo.
No se debe olvidar que hay que respirar. Eso también se debe tener presente... ¿Qué haría sin respirar? ¿Y si se me olvida?
Tomé un corazón. Era el más bonito que había, y decía que las cosas no siempre son dichas a tiempo. Si yo hubiera sabido eso, y me refiero a ese mínimo detalle, que no tuvo tanta importancia, todo hubiera sido aunque sea un poquitito diferente. El corazón era lindo.
Los cubículos de colores aparecían, rosados, verdes, morados y azules. Tomé el azul y decía que imaginara todas las cosas que podríamos ser. Me reí. Nada, quizás las combinaciones zodiacales no se equivocan tanto. Tomé el cubículo verde y decía que enmendara los errores, que aún era tiempo. En chiquitito decía que eso era mentira, que ya es tarde. ¿Una ilusión? Claro, casi como un espejismo... si que es astuto el destino.
¿Y? ¿Qué viene ahora? Ya no hay papelitos, ni figuras, ni cubículos ni nada... solo una nota suicida y una mariposa. ¿No estás cansada de ser tan debil? ¿De que te arrastre conmigo cada vez que mi lado emocional muere?
¿Y quién me arrastra? ¿Dependo de alguien?
Lamento decirte que sí, decía el papel que voló de pronto.
Vives, amas, respiras, quemas todo y mueres. Eso decía el arcoiris. De eso se trata la vida, ¿O no?
De amar, de respirar, de vivir simplemente. De quemar los recuerdos y lo que algún día conseguiste con errores y luego mueres. Cuando me quise devolver supe que era cierto: el camino de atrás ardía en llamas, y solo me quedaba una opción: seguir. El camino no tiene salidas de emergencia, o algo parecido. Tú ves cómo te las ingenias para salir viva... ¿Y tú crees que yo quise? ¿Crees que quise entrar en este camino bonito sola? ¿Crees que quise figurar que estaba acompañada cuando realmente siempre estuve sola? El camino era solo para mí. El tiempo te graba cicatrices y ni te das cuenta, así es que tienes que hacer lo mejor que puedas, y asumir. Quizás solo me falta hacer lo mejor que puedo, porque de asumir... siempre, aunque no se note, he asumido todo... Y eso es cierto decía el papelito de la estrella, y si una estrella es capaz de reconocerlo es porque no me equivoco. Y cuando vi que el camino vacilante ya no se hacía tan vacilante, pensé en que podría lograrlo. Quizás no tendría que morir, ni yo, ni nada de todo lo que había sido. La luz me guiaba, y tuve esperanza en esa luz. Si esa luz no era una guía sino que una luz sin motivo, ¿Fue malo haberla seguido? ¿Fue un error haber tenido esperanza en una cosa tan simple?
Para mí nada es simple, y mucho menos esa luz... esa luz me hizo creer en tanto, y ahora me entero de que es malo haberla seguido. ¿Debería pedir perdón por ese error? ¿Debería disculparme? ¿O qué?
Porque los papeles dicen tanta cosa subjetiva que no entiendo, quizás si fueran más frontales para hablar lograría comprender y actuar bien, como según el camino no lo hice.
Supongo que al final todo estará bien, porque confío en el camino y confío en mí. Y me pregunto cuando termina esto... cuando podré salirme y decir 'esa época de mi vida fue inolvidable'.
Cuando abrí los ojos me di cuenta de que la época inolvidable de mi vida fue solo en sueños. Nunca existió en la realidad, porque ahora que abro los ojos y veo el amanecer, veo que estoy sola. Como siempre estuve, ¿No? Creí haber dormido acompañada, pero quién durmió conmigo fue un fantasma de palabras vacías, de palabras que yo imaginé.
Esa fue la meor época de mi vida. Lamento que haya sido solo un sueño... lamento que haya sido una ilusión patética de la cual, más encima, debo arrepentirme.

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