jueves, 16 de abril de 2009

Corazón a prueba de balas.


En el fondo estaba consciente, sabía lo que hacía aunque pretendía fingir lo contrario. Ya no me interesaba lo que sucediera conmigo... el amor no fue hecho para mí, o quizás lo nuestro nunca debió haber sido.

-¿Vamos a mi habitación? -Preguntó mientras la música sonaba fuerte
-No...
-No haremos nada que no quieras...
-Vamos

En el fondo no tenía nada de malo, porque no tengo ningún compromiso ni obligación moral con nadie. El resto ya me había dejado bastante en claro el hecho de que el amor no existía, o al menos no de la manera en la que yo esperaba, así es que... ¿Qué perdía con un poco de autodestrucción?

-Eres hermosa
-Quién sabe a cuantas más les has dicho eso sólo para que se acuesten contigo
-Si te lo digo es por algo
-Tú y yo sabemos que son sólo palabras

Necesitaba tomar aire, por lo que me dirigí rápidamente a la puerta de la habitación, sin embargo, apenas la abrí me topé cara a cara con él, quién dirigió su vista a mi blusa a medio abrochar y luego al susodicho de atrás.

-No es lo que piensas...
-¿Nunca oíste que las excusas sólo hacen más grave el error?
-No me estoy excusando
-Ya no me debes explicaciones

Resoplé y caminé detrás de él siguiéndole el paso.

-¿De verdad vas a seguir odiándome? -Le grité -¿De verdad no eres capaz de entenderme siquiera un poco? ¿Tú crees que yo quise hacerlo?
-No eres ninguna víctima, si estás sola es tu culpa, yo no puedo perdonarte...

Cómo dolía... cómo... todo lo que alguna vez tuvimos... se ve reducido a la nada. Suspiré. Ya no me quedaban más lágrimas para seguir llorando...

Me di ánimo a mí misma intentando sonreír. No iba a botar todo lo que logré en estos años. Definitivamente, no. La vida continuaba... si tuve las agallas de tantas cosas, puedo tener mil veces más coraje. Aunque el recuerdo de él me quemara la cabeza y me hiciera sentir que caigo en un precipicio sin final, aunque tenga que seguir tomando antidepresivos, aunque el mundo acabe mañana... debo seguir sobreviviendo.

Hay un juramento que hacen los amantes en la intimidad. Si la entrega es mutua y no hay traición, todo tendrá buen final. ¿Qué pasó entonces con nosotros?