sábado, 12 de junio de 2010

Las basuras al papelero.

¿Qué pasa cuando las palabras bonitas no eran más que mentiras?

No. Digámoslo más bonito. Eran... impulsos.

Voy a pensar que todo fue un impulso y que no fueron mentiras. Pensaré que todo fue un accidente, porque los accidentes pasan y son perdonables. Una mentira, un juego sucio no.

Si te vas, me volveré a encerrar en mí misma y no voy a volver a salir. Ya no quiero que me hagan más daño, ¿Qué mierda es tan difícil de entender de eso?

Día a día no lo demuestro, pero soy frágil. Soy muy frágil. Me refugio en canciones como Painkiller o Unholy Confessions intentando que nadie lo note pero... mierda. Sí soy frágil. La gente me reconoce por no ser como los demás, porque no dejo que nada arruine mi mundo pero... finalmente soy humana. Y odio serlo. Odio, cuando me siento como un alien en mi propio planeta, darme cuenta de que soy humana y de que también siento.

Odio haber creído. Odio creer. Odio seguir siendo tan ingenua porque eso va en mí. ¿Qué me queda? ¿Evitar todo contacto afectivo con los especímenes del sexo masculino? ¿Es un error acaso creer que no son todos iguales? Porque claro. Soy la única imbécil que cree que las personas no son iguales, que la gente mierda es solo una parte de la población pero que también hay hombres de verdad.

Y qué. La vida me quiere demostrar lo contrario. ¿Está mal acaso? ¿Realmente son todos iguales?

Okay, y si llego a pensar eso, ¿Qué vendrá después? ¿Ayuda en algo?

Por qué mierda te creí. Por qué.
Porque soy idiota, sí. Buena respuesta. Porque quiero creer en un mundo mejor. Porque quiero asumir que no soy un alien en mi mundo de ciencias, matemáticas, arcoiris, y hard rock. Soy humana. Y vivo en el planeta tierra, donde las ciencias son suposiciones, donde el hard rock está extorsionado y donde los arcoiris solo se ven algunas veces.

De cierta manera, siempre supe que el mundo ya está desencantado.
De cierta manera, siempre supe que el mundo ya no volverá a ser un mundo como tal, solo personas que parecen robots día a día. Que ya no les importa nada.

De cierta manera, siempre lo supe. Es solo que... las esperanzas son bonitas.
Y entonces, ¿De qué me quejo? ¿De qué?

Las basuras deben ir en el papelero. El pasado escrito, se arruga, y se deja ahí. Posteriormente, la basura se saca, y adiós pasado. Eso se hace. Y posteriormente, te das cuenta de que estás sobrecargando tu papelero. Entonces, empiezas a emitir menos basura. Menos basuras entran a tu vida. Menos agentes contaminantes. Logras limpiarte de patógenos.
Y así, llega el día en el que logras liberarte de todo lo que te hace mal o te daña.

Y cuando llega ese día, ya es tarde. Porque te das cuenta de que te tardaste toda una vida, y de que el camino llegó a su final. ¿Para eso querías limpiar tu camino?
Si lo limpiaste, y se acabó.

Eso no quiero. Pasar mi vida dedicándome a evadir basuras. Mi vida es para aprender, para experimentar, para aprovechar al cien por ciento mis capacidades humanas.

Pero debo reiterar, que odio haberte creído.

Lo más probable es que me dirás que soy importante.

Y yo, te miraré y te diré 'sigue ese camino'. Tú creerás que será el camino a mi corazón, pero de pronto, cuando todo esté oscuro, caerás por un precipicio, y sobre una bolsa plástica que se cerrará sobre ti.

Y entonces, volverás a tu atmósfera de gente mierda. Porque mi mundo, no lo vas a contaminar.

lunes, 7 de junio de 2010

Aunque el mundo se caiga a mis espaldas.

¿Quién eres para decirme como vivir mi vida? ¿Por qué crees que tienes derecho de decidir si las cosas son blancas o negras? Intenta entenderlo. Es la inocencia lo que diferencia a una niña de una mujer. No digo que haré lo que quiera sin medir consecuencias, digo que... simplemente viviré mi vida.
Cuando el mundo me de la espalda, yo seguiré de largo y le diré 'Que tengas un buen día mundo, porque yo también voy a tenerlo'.
Nada es lo que parece, vivimos en un mundo donde abundan las esperanzas y los sueños. Dame tu mano, y si el mundo quiere enfrentarnos, ¿Qué más nos queda? Todos los que no queremos resignarnos debemos enfrentarlo juntos. Cuando el mundo siga tratando de hundirme, voy a levantar mis brazos, y me voy a poner de pie.
Que tengas un buen día.