lunes, 21 de marzo de 2011

Damas y caballeros:
La verdad es ahora aceptable, la fama es ahora inyectable.  
¡Procesa el progreso!
Este asunto es crítico, la fe no está disponible, las vidas se hacen increíbles, ahora por favor entiende...
Ellos venden lo presentable, ingestable, estéril, coleccionable y seguro. No lo soporto, esta carta es mi palabra, es un arma, el sonido de mi venganza contra los que planearon.

Puede que haya algo más allá de tu ventana, pero nunca lo sabrás...


jueves, 17 de marzo de 2011

El final es un nuevo comienzo pero sigue siendo final.

Y así era como las cosas iban a acabar. No sé si me parece una ironía, por el hecho de que cada final es un nuevo comienzo, y por ende, lanzarme a reír, o si llorar hundida bajo las sábanas por el hecho de que el nuevo comienzo estará marcado por el pasado. Si tan sólo oyeras lo que digo... si alguien escuchara. Pero mientras más digo, más sordos se vuelven los oídos. Mientras más oigo, más indiferente pretendo ser ante tanto hielo. Todos los sistemas tienden a la entropía... me pregunto, los sentimientos, que son taaaaan especiales según todos, ¿No pueden ser la excepción a la regla? No, claro que no. Dices entropía y son los primeros en alterarse y saltar como desesperados, provocándote ganas incluso de cabecearte contra la pared.
Lo bueno no se ve ahora, porque ahora sólo vemos arlequines. No vemos personas, vemos arlequines que juegan a ser cada día alguien distinto. Pero son personas... los sentimientos te bloquean, también las emociones... no es necesario el rencor porque no sirve. No es necesario morirse en vida porque la muerte está tan segura de ganarnos que nos da una vida de ventajas. Entonces dime, si las cosas acaban de esta manera y me dejan un vacío, ¿Debo reírme de lo sátiro? ¿Poner un muro a mi alrededor? No.
Las personas siempre buscan convencerse de que están oyendo lo que quieren escuchar, las personas pueden manipular la verdad a su antojo cada vez que quieren, ¿Por qué entonces no podría yo? Cambiar la historia, cambiar el ciclo y los períodos, reordenar, hacer que lo que venga ahora sea algo bueno y no algo malo como está predestinado, ¿Qué tanto se puede jugar con el destino? ¿Puedes tenderle trampas? ¿Sacas algo haciéndote preguntas retóricas?

Mientras más veo, menos conozco. ¿No fue tu mirada cristalina la que me prometió un castillo de cristal? Olvidaste mencionar que el cristal se derrite con las lágrimas... dicen que el amor es una química, ¿No es más bien un cristal? ¿No construímos una historia a base de fragilidad? Fragilidad, al descubierto, en ti, en mí, en nosotros... fragilidad lo es todo y lo es nada, ¿Qué es entonces amor? ¿Un amigo? ¿Un enemigo? ¿Sobre qué estamos construyendo? Y sobre qué seguimos caminando...
Sea cual sea el lugar a donde vayas, no mires atrás, ni abajo, ni a un lado, ni al otro. Mira siempre adelante, elige sabiamente qué puertas abrir y qué puertas cerrar. Elige. Ahora que puedes... elige y nunca, pero nunca jamás mires atrás. El pasado ahí está, ahí permanece, no necesita ser más escarbado porque de eso me encargo yo. El mendigo escarba lo que queda, yo escarbo los recuerdos. Pero que bonito... quien me viera, ¿Adivinaría que alguna vez fui princesa? Mentiría si dijera que no fui feliz, pero también mentiría si afirmara haberlo sido. Yo no quería cristales, no quería ser princesa. Jamás te pedí más que una sonrisa... ¿Por qué entonces recuerdo un destello amorfo y no así tu rostro? Si nunca te pedí nada, ¿Por qué entonces me regalaste palacios y no un beso durante el silencio de la nieve y de la noche?

martes, 15 de marzo de 2011

La inocencia del cadáver antes de convertirse en víctima.

Esclava de mi propio cuerpo y víctima de un crímen, víctima del pasado, marioneta del raciocinio. Te regalo todo lo que haya dentro mío, porque no hay nada que quieras tomar. Un convenio irrompible, pero nosotros no lo somos. Pareciera ser que todo es un crímen perfecto sin embargo el vidrio a pesar de ser sólido puede romperse. Una sonrisa, ¿A dónde iremos ahora? Todo parece tan bizarro y no hay salidas para escapar del criminal. Te quema la piel, te clava con su mirada diez mil estacas y en las muñecas espinas sin siquiera rosas que las sujeten... ideas fijas, estrechez de pensamiento. Luego de todo esto, ¿Puedo seguir reclamando una inocencia? A base de hipocresía podría, pero quizás no sea como tú en aquel aspecto de las faltas humanas y las falacias.
¿Podría entonces decir que soy inocente?
Fuimos víctimas de un crímen, ¿Cuántas veces no fuimos juzgados? Ataron nuestras espaldas y esposaron nuestras manos. Sonrieron cuando pensamos que teníamos oportunidad de ser felices y pisaron nuestras manos cuando nos agachamos para recoger lo que dejamos caer.
¿Podrías entonces decir que eres inocente?
Cuando acabaste con la verdad y el tiempo sigue pasando, cuando extorsionaste todo lo que alguna vez consideraste veraz, cuando contradices lo que piensas y afirmas lo que no sientes con dolor. Cuando me miras a los ojos y te das cuenta de que se cierran, cuando me miras las muñecas y te das cuenta de que aún estoy esposada, cuando me miras las mejillas y ves los surcos de sangre. El tipo de sangre que no sale de las sábanas, el tipo de sangre que el detergente no se lleva.
¿Podríamos entonces decir que somos inocentes, aun estando juntos en esto? Nadie le había advertido antes al criminal que mi sangre era cálida y dulce. Finalmente, fui yo quién comenzó a pasearse por delante sin pensar en fantasmas y en muertos vivientes.

domingo, 13 de marzo de 2011

Painting Flowers

Extraño laberinto, ¿Qué es este lugar?
Oigo voces detrás de mis hombros
nada tiene sentido en lo absoluto...
Me pregunto, ¿Por qué corremos?
Cada día corremos en círculos...
una manera algo divertida de caer.

Traté de abrir mis ojos
estoy esperando por la oportunidad
de hacerlo bien...

Cuando me despierto,
el sueño no ha terminado
quiero ver tu rostro y saber
que estoy en casa.
Si nada es verdadero,
¿Qué más puedo hacer?
Yo aún pinto flores para ti...

Tiro las cartas,
te doy mi corazón,
desearía que pudieramos
comenzar de nuevo...
nada tiene sentido en lo absoluto.

 He oído todo lo que has dicho...
... no quiero perder la cabeza.