sábado, 19 de julio de 2014

Nosotros los introvertidos.

No es buena idea hacerse amigo de la desesperación, mucho menos en momentos sensibles o inexperimentados. Pero si ya le simpatizas y la posición es cómoda no hay motivo para interferir, al menos no  un motivo visible. Resulta que la desesperación nos lleva a tomar decisiones realmente estúpidas, unos años más adelante miraremos atrás y lo que parecía ser tan racional nos parecerá una completa estupidez. Siempre crees que estás actuando de la mejor forma posible, pero no importa lo que hagas, serán más frecuentes los arrepentimientos y no el sentimiento de orgullo por las decisiones tomadas. Bueno, probablemente eso dependa de la personalidad, hay gente que simplemente se toma las cosas a la ligera y vive su vida feliz. Para nosotros los introvertidos, los que damos mil vueltas en cosas simples la situación es distinta. Siempre encontraremos algo que pensar más de lo necesario y nos quedaremos en nuestro mundo de "pude haber hecho las cosas mejor" y eso no quita que tratemos de aprender y mejorar de nuestros errores ni que vivamos en el pasado, es que simplemente no puedes desligarte un cien por ciento de lo que ya fue, porque siempre quedan cosas sin solucionar, y estas no te dejarán libre tan fácil. El asunto es que la desesperación y falta de experiencia y paciencia nos hacen tomar esas decisiones de las que después nos arrepentimos. Pero... ¿Qué causa tanta desesperación? Probablemente la inmadurez del resto y por sobre todo la inmadurez propia. Pero si hay personas que simplemente andan por la vida haciendo y deshaciendo a su antojo y en ese paso te hieren, y tú tomas una decisión estupidísima sólo por defenderte, ¿Eres alguien a quién puedan culpar? Depende de la situación, pero creo que en general no, porque las personas introvertidas nos equivocamos y hacemos cosas tontas sólo porque nos aturdimos intentando pensar qué sería lo mejor. Pensamos tanto y no pedimos opiniones ajenas, y a ese ritmo nos encontramos con que lo que hicimos fue estúpido y seguimos haciendo cosas estúpidas de lo mal que nos sentimos. Y ojo, con esto no intento santificar a las personas introvertidas ni compararlas con otras, sólo doy una perspectiva, totalmente subjetiva y cuestionable, pero mía. Me siento estúpida por algunas decisiones, pero no culpable, porque las cosas tontas sólo han sido intentos de salir invicta de toda la gente que ha querido dañarme. Ser introvertido y tener ansiedad real es complicado, no es como esa ansiedad que pintan los adolescentes entre bromas, es un tema serio y realmente quita mucha energía aprender a vivir así.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Like.

Crees que eres muy original, ¿No? He visto a un millón de personas como tú. Vagamente inteligentes, agonistas de las clases medias, lees un libro de Camus, otro de Kafka. Sin sustancia realmente, sólo un pequeño revoltijo sin dirección; inmaduro, sexual y puro, arrogante, impotente y rabioso.