miércoles, 16 de diciembre de 2009

R-evolución

No sé si llamarle revolución o evolución, pero ha comenzado hoy día para mí. Se diferencian en una letra, y en tantas cosas más... Me siento como en una vida ajena. La única defensa que tengo el día de hoy es aparentar. Quizás las revoluciones interiores son mejores cuando se miran desde afuera dejando que sigan su curso normal. Quiero acabar ya este intento de metamorfosis. Seguiré siendo Michelle, pero quizás me convierta en Michelle, la persona que dice las cosas sin importar cuan directas suenen, o Michelle, la que se guarda aún más cosas. O quizás mi intento de revolución no sirva para nada y fracase... En realidad preferiría eso, le tengo miedo a los cambios.
A veces me gustaría salirme de este juego y dejar que el destino controle todo. Pero siempre he sido de la convicción de que se puede cambiar el destino.
Y como me dijeron una vez, cuando empiezo a soltarlo todo, lo suelto como si tuviera un ventilador que dirige las palabras a todo el que se ha relacionado de una u otra forma conmigo. Eso no quiero. Considero que sé canalizar mis emociones. O bueno, al menos para los demás parece que sí lo hiciera.
Esta revolución es un engaño. No, no. Mentira. El engaño no es la revolución, el engaño es que dije que no iba a interferir. Sé que lo haré. Terminaré cortando la revolución para decir 'no hay cambios por hoy'.
Porque esa es la salida fácil. Seguir en el camino. El que me tenía tan acostumbrada.
No sé que tiene el futuro para mí, pero sé que será acorde a lo que merezca, a lo que no me haga ni tan feliz ni tan desdichada.
Ahora siento como se me oprimen los pulmones y me siento extraña. Me he visto a mí misma cerrar los ojos con fuerza y esperar a que todo comience.
¿Evolución o revolución?
Aunque mi cara exprese que la respuesta es clara, solo el tiempo dirá todo esto fue en vano.

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