sábado, 30 de abril de 2011

Read my mind.

En la esquina de la calle principal, tratando de seguir la línea, dices que quieres adelantar, y dices que yo estoy cayendo por detrás pero... ¿Puedes leer mi mente?
Bueno, yo nunca me di por vencida, escapando de esta ciudad de dos estrellas. Obtuve la luz verde, y también obtuve algunas discusiones. Giremos este asunto, ¿Puedes leer mi mente?
Los viejos buenos días, el hombre honesto, el corazón agitado, la tierra prometida, el beso sutil que nadie vio, las muñecas rotas y un trapecio gigante. Bueno, no me importa si es que a ti no te importa, porque yo no brillo si tú no brillas. Antes de dejarme, ¿Puedes leer mi mente?
Es gracioso como te derrumbas, esperando encontrar una señal que yo ponga frente a tu camino, justo en la entrada, con una magia recorriendo mi espina dorsal, ¿Puedes leer mi mente?
La reina adolescente, el arma cargada, el sueño moribundo, el elegido, la voz cansina, el mundo no descubierto, una muralla y un trampolín. Bueno, no me importa si es que a ti no te importa, porque yo no brillo si tú no brillas. Antes de dejarme, dime que encontraste cuando leíste mi mente.
Estoy descansando sobre mi fe hasta derrumbarme, tú nunca devolviste ese llamado. Abre esa puerta, no la dejes cerrar, yo quiero sentir ese fuego otra vez.
Él dijo a mí no me importa si es que a ti no te interesa, porque yo no brillo si tú no brillas, pon tu espalda sobre mí, pon tu espalda sobre mí sólo... pon tu espalda sobre mí. 
Las estrellas arden como diamantes rebeldes, cortados del sol. ¿Puedes leer mi mente?

miércoles, 27 de abril de 2011

Farewell.

Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron tus palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
 y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. ¿Qué más?
Juntos hicimos un recodo
en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuyo, fuiste mía.
Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

 (fragmento)

Poema de Pablo Neruda. Me agrada.

sábado, 23 de abril de 2011

m O m e n t O s - .

Las palabras siempre terminan siendo como avispas. Se incrustan en nosotros, siendo propias por un par de segundos. Luego de eso, mueren, y se vuelven ajenas. ¿Y qué? ¿Queda más por decir? ¿O te vas a conformar con sólo pensar?
Juguemos a cruzar palabras. Juguemos entre todos, entre nadie. ¿Qué se origina a partir de la nada? ¿Qué sigue después de todo?
Y en cada mañana, al despertar, las cosas cambian. La manera en la que luces, la manera en que sonríes, lo que sientes... lo que piensas... ¿A qué se le llama entonces eternidad? ¿Qué palabras se entrecruzan con eternidad si nos ponemos a jugar? 
¿Y si comenzamos el juego de nuevo, y lo iniciamos a partir de realidad? ¿Cambia en algo las cosas? ¿Las preguntas retóricas ayudan a encontrar algo, o sólo son caracteres mal ocupados? ¿Son acaso letras que alguien desechó sin siquiera darles un sentido antes de botarlos?
Yo no me voy a conformar hasta decir todo lo que tengo en la punta de la lengua. No me voy a cansar hasta dejar salir todo eso, el único óbice es el momento. ¿Y tú, misantropía? ¿Le darás paso alguna vez al instante preciso?

viernes, 22 de abril de 2011

No quiero escribir sobre papel, sino sobre piel.

No es que esta noche esté sola porque no haya más opciones. Tampoco es que esté despierta porque no pueda dormir. Es simplemente porque quiero sacarme ciertas ideas de la cabeza. En el fondo, es por opción, porque toda nuestra vida se compone de decisiones, de relatividad, de ideas que tomas o dejas pasar, para que finalmente repercutan en nuestros destinos. Y todo el dolor se lleva adentro, muy en el fondo. No es que venga o se vaya, es sólo que a veces despierta.
Afuera de esta habitación, al otro lado del cristal, por la otra cara de la moneda, las luces brillan, y contrastan con tanta oscuridad circundante. Y si bien he optado por quedarme en este lugar, no es que lo prefiera. Yo querría tantas cosas, que quizás no son lo mejor y por eso no las tengo. Es que es un mal del ser humano el querer cosas que ya tiene pero de otra manera, aunque suene a misantropía. Siempre, pero siempre que tenemos lo que queremos, pedimos más y entre tantas quejas absurdas, se nos va eso que habíamos pedido a gritos. ¿Y así culpamos al destino? ¿Así culpamos al primero que se nos cruce por delante, cuando la estupidez es nuestra y no ajena? Yo soñaba con que alguien, en lugar de escribir odio, tristeza, o dolor en las páginas doblegadas de mi vida, me escribiera amor en los brazos. ¿Y cuantos no intentaron escribirme amor en la frente, en las mejillas, y en las manos? Y para qué, si al final la tinta de lápiz la saca el agua. Para qué quiero que alguien me escriba amor en la espina dorsal, si tarde o temprano todo se desvanece.
Cohesionemos, entonces. ¿Qué saco con salir a las luces de la ciudad ahora? Podría hacerlo, usar mi mejor ropa, mi mejor peinado y un bonito maquillaje. Podría conocer gente, podría sonreír de la manera más sincera... pero para qué, si he tenido eso tanto tiempo, y como soy idiota por ser, naturalmente, humana, no lo quiero de esa manera. Nadie ahí afuera me va a escribir amor en los brazos, sólo me van a escribir miseria, vicios, dolor, o indiferencia. Nadie me escribirá amor. Y ni siquiera quiero que me escriban amor en los brazos con una letra curvilínea, quiero que con un beso, me escriban amor en los labios, que con una caricia me escriban ternura sobre las mejillas, con un abrazo, sonrisas sobre la clavícula y con una sonrisa, eternidad en la mirada.
Yo siempre escribo amor sobre las personas, me gusta hacerlo. Aunque eso implique una auto-destrucción, pienso que no es malo. Creo que de una u otra manera, aunque sea de la más miserable, puedo reconstruír todo lo que se haya trizado por dentro. Hay algo más... que siempre permanece. Quizás es porque sé que aún quedan cosas en el mundo, cosas que nunca sabremos valorar pero que están ahí y el tiempo las hace especiales. Una de las cosas que siempre permanece, es lo que el resto te escribe en los brazos pero en un idioma diferente. Es por eso, que sin importar cuantos me hayan amado en el pasado, ninguno fue capaz de escribirme amor en los brazos. La tinta es frágil, y la mayoría suelta el lápiz antes de llegar a la R de amor. ¿Es que acaso nadie comprende que el amor no es decir te quiero? ¿Qué saco con salir al mundo exterior durante la noche, durante las fiestas, durante tanta densidad, si nadie tiene lo que busco?
Si me escribieron alguna vez, la tinta se ha borrado ya. Si quieres escribirme, lo que sea, adelante. Sino, hazte a un lado para que alguien más pueda escribir, que varios andan con lápices bonitos en mano. Veamos quién soporta tanta relatividad y llega al punto final.

miércoles, 6 de abril de 2011

Aléjate de mí.


Sí, fui yo quién te enseñó a ignorar cien soles para sentir el latido de nuestros corazones...


Pero he extraviado todo. Toma de mí lo que quieras, no tengo nada para darte. ¿De verdad me quieres? ¿Aunque eso signifique vivir una mentira? Aléjate de mí mientras puedas.