Primera confesión del año.

A veces no sé si extrañarte sea patético
o sea un tipo de burla del destino.
No sé si tu mirada es realmente serena
o quizás son solo meoldías que suenan
por voluntad propia dentro de tu cabeza.

Si esta noche la suerte me acompañara
podría ser que el riesgo tomara
podría pedirle el favor a una estrella
que mientras le confieso esto me iluminara,
no quiero vivir solo en su memoria.

Las melodías recorren ahora las mentes
altas y bajas, agudas y graves
las tuyas multicolores, las mías más grises.
Un sube y baja de emociones encontradas
déjame si quiera intentar ordenarlas.

Lo que yo quería decir realmente
es que te extraño, eso simplemente.
Frente al espejo me sale perfecto
pero con tu mirada siempre salen defectos
creo que eso no es nada nuevo.

Quería decirte además, con líneas imaginarias
que sin ti la mañana parece tan lejana...
que si la mano me sueltas, vida,
esta mujer con sueños de niña
dejaría, a fin de cuentas, de ser soñadora.

Que si nunca me costó expresar sentimientos
contigo todo fue absolutamente distinto
incluso desde el primer momento...
Ámame, bésame, odiame, grítame,
Y luego decides. Primero pruébame.

Prueba el sabor de mis labios, prueba lo dulce
y luego sigue por probar lo amargo.
Prueba sin saber si son sueños o miedos
Prueba para encontrar en mí un dulce consuelo
Y si ya me probaste, vuelve a intentarlo.

Otra vez, sí, porque las segundas oportunidades
al menos para mí, existieron y existen.
Quiero decirte que te extraño y otras verdades
que en mi mente a menudo subsisten
pero se ocultan cuando intentas verlas.

Cada vez que trato no puedo hacerlo
intento hablar, y todo lo enredo
una disculpa puede sonar un insulto
una crítica puede escucharse como un elogio.
Y un ya no te quiero como un te extraño.

Ahora ya no puedo olvidarte aunque quisiera
Pruébame una, dos veces, las que quieras
Hazme soñar, luego decides que realizar.
Pruébame, léeme, analízame, critícame
Y acaba ya con esta maldita agonía...