viernes, 25 de septiembre de 2009

Pedazos de cristal.

Se ha roto la ventana en mi mirada,
y el cristal corta suave en mis labios.
Mis ojos brotan dolor al ver que,
estamos destinados al deseo de cosas imposibles.
El tiempo fluye como espesa niebla,
densa, tensa, tan intensa como la primera caricia de tus suaves manos.
En vano sirve la espera si sé que ya no eres mío.
Pero seguiré obsevándote, tras mi quebrada ventana.
Dulce amargura, que se hace presente en mis manantiales de soledad.
He visto como han desflorado lo más puro de mi alma...
ven con calma... no corras...
no profanes el silencio de la oscuridad.
Descalzo entre alambres de íra,
huye mientras puedas, porque...
Aquí solo hay cristales rotos.
Ventanas vacías...

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