viernes, 25 de septiembre de 2009

Medianoche, dulces sueños.

Es viernes, y estoy en mi casa porque debo terminar mis obligaciones escolares.
Acabo de leer un libro que me gustó mucho, porque creo que tiene un gran mensaje. Sí, se supone que me quedé para estudiar y terminé leyendo cualquier cosa. Siempre me pasa.
Estoy segura de que si hubiera leído el mismo libro para el colegio, la emoción no hubiera sido la misma.
Resulta que el personaje tenía una armadura que no podía quitarse, hasta que pasa mil obstáculos, y se da cuenta de que la armadura es solo un reflejo de su interior, y va teniendo miles de cambios y obstáculos que lo ayudan a comprender el mundo y le van deshaciendo cada vez más esa armadura. Él nunca fue sensible, pero cuando lloró por el dolor causado a los demás, su armadura comenzó a oxidarse y desintegrarse.
Era un buen libro. Y me sentí identificada, porque bueno, todos tenemos nuestra propia armadura, pero la mía alcanza niveles extremos... tal y como le sucedía al personaje.
Es tarde, y debo dormir pero tengo insomnio. No sirve decir dulces sueños porque sé que no los tendré. Es medianoche, y deseo cerrar mis ojos y olvidarme un poco de mi dolor de espalda y de mi dolor emocional provocado por alguien NN. No espero que mañana sea un buen día, pero ojalá que sea al menos un poquito mejor. Bueno, hoy fue entretenido de todos modos. Salí con mis amigas... y hasta fumé un cigarro loco por ahí. Sí, yo, la persona que hasta le rompía los cigarros a la gente porque hace mal... Obviamente dije 'Oh sí, quiero fumar' ocultando el motivo real. Necesitaba distraerme en algo. Y sé que está mal, porque debería distraerme, por ejemplo, haciendo deporte. Eso lo hago. Pero a veces no es suficiente, como hoy. Siento que voy a enloquecer un día de estos. Sé que puedo superarlo, y sé que si no lo hago terminaré en el mismo agujero en el que estuve antes. Pero no tengo una motivación. Tengo una motivación para sobrevivir, mas no para vivir la vida al máximo. Abriré mi cortina y miraré la Luna iluminando las calles. Bueno, eso no se aprecia por la contaminación y la energía eléctrica, pero en mi mente lo imagino. En mi mente lo veo y se me hace bonito.
Que linda es la noche, esa tranquilidad, ese frío, las estrellas. ¿Cómo podría tomar un libro e ignorar esa maravilla natural?
Y me pongo a pensar. Por absurdo que sea, en las personas que se regalan estrellas. ¿Cómo regalas una estrella? Bueno. Lamento ser tan racional...
No puedo avanzar en mis obligaciones escolares como ya te diste cuenta. Intentaré no pensar en lo que me pasa, no entraré en mi mente, ni siquiera un poquito. Pensaré en las estrellas, y luego haré mi trabajo de biología. Aunque sean las 12:20.
Dulces sueños.

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