domingo, 4 de abril de 2010

Deja que entre la luz.

En una habitación oscurecida yacen los heridos y maltratados recuerdos de un amor traicionado. Y la inocencia ya es casi como si se vendiera o comprara...
Perdóname por no saber lo que hago pero... ¿Cómo puedo guardarme una herida que es tan real como esta?
Por lo mismo, avísame cuando el beso de amor se convierta en una mentira que pueda causarme una cicatriz más profunda, y que potencie este miedo de salir corriendo a tus brazos. Deja que le entre luz a ese cuarto oscurecido.

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