lunes, 5 de abril de 2010

Cómodamente insensible.

A veces me pasan cosas extrañas, como por ejemplo, volverme la imágen y semejanza de un personaje de alguna novela que escribo. Me pasa que me adentro tanto tanto en la mente del personaje, para desarrollar bien su pensamiento y hacer de él algo coherente, que me lo termino creyendo.
Ahora, me encuentro con que me volví cómodamente insensible, como la protagonista de una historia que escribí el año pasado. Y más allá de que me guste o no me guste, me sorprende. Soy cómodamente insensible, sí, mi mente está entrenada para no resistirse ante la tentación de un chocolate o alguna fritura, para no caer ante un coqueteo al aire, para no sentir amor por el que no lo sienta por mí.
Tengo, en pocas palabras, un autocontrol que es extraño, y que no creí que llegaría a tener algún día. Si no quiero sentir, me mentalizo hasta que no siento y ya.
Me aterra. Me aterra el hecho de que llegue un día en el que se me olvide sentir, en el que se me olvide lo que era felicidad y tristeza, lo que era sufrir y lo que era emocionarse, si pasa eso... ¿Qué sería de mí?
Pero las experiencias me han hecho ser así... quizás durante tanto tiempo miré como los pantalones me apretaban, que ahora prefiero que me vuelen, prefiero odiar la comida que volver a ser así porque no era feliz. Prefiero no ilusionarme antes de que rompan el corazón de nuevo. No sé hasta qué punto está bien ser así... digo... no está bien. Pero me acomoda. Y lo cómodo no es lo correcto, pero es lo fácil y eso importa.

1 comentario:

  1. Hoola, Ya mucho tiempo atrás llegué a tu blog, y he quedado sorprendido nuevamente. Tus ideas no sólo plasman las emociones de una joven mujer, si no también, muestran lo que es vivir (o por lo menos así lo creo).

    Puedo asegurarte, que no tienes por qué temer en lo que sientes, al contrario, deberías sentirte orgullosa por tener ese control en ti misma que pocos tienen. Para nada dejarás de sentir, sólo sentirás razonablemente; esto suena muy frío, y lo es, pero es un camino seguro por el cual transitar, pues estará controlado por tu razón antes que por tus deseos y emociones.

    La ventaja, es que al hacerlo, podrás regresar a las viejas emociones, como la tristeza y la ira, pero ahora serás reflexiva y sacarás buen provecho de eso (y no terminaras arrepentida).

    Bueno, ya no quiero marearte con tantas ideas raras, sólo te deseo que pronto aprendas a ver el lado "bonito" de la situación y no te desesperes algo aprenderás ;)

    Saludos.

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