martes, 14 de agosto de 2012

Perfección inexistente.

Despierto, no sé bien qué es lo que siento... Aún creo en el mañana, veo algo más, veo tus ojos reflejados en mi mirada. Razones aparentes no hay, motivos, explicaciones... Quiero vivir, respirar, recomenzar, existir otra vez y de ello ser más, porque esta vez no fui capaz de ser suficiente. Fluir de la conciencia, asomas cuando exploto, me llenas, me llamas, encuentro en ti mi doble opuesto, que es increíblemente más decadente de lo que soy. Ni mi copia mejorada resulta ser algo decente... ¿Vale la pena así respirar? Quizás no más, si no logras tus metas habrá siempre alguien mejor. Alguien que de el paso adelante cuando crees que dándolo al lado obtendrás más de la vida, cuando crees que no decidiendo tienes todas las opciones en estado de "posibles", cuando me miras y descubres que en un par de ojos verdes no hay más que en unos negros, sólo miseria, sólo un abismo que te absorve. No soy nada, no nací para ser algo. Quizás ni siquiera existo.
Hasta mañana, corazón. No tengo nada nuevo que mostrarte, nada para darte. Aún así, hasta mañana. No quiero más lágrimas, no quiero más caminos cruzados y enredados en mis brazos.
Adiós, corazón. Ya te despedí hace tanto... ¿Por qué sigues ahí? Inmortal no eres, ¿Qué pasó contigo? Mi herida sangrante, mi sol eclipsado. No importa qué tan buena sea, nunca seré suficiente. No importa qué tan tarde sea, seguiré soñando contigo, idealizándote, inexistente...
Nuestro amor es perfecto. No existes, no existo, no somos nada, eso es lo perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario