domingo, 3 de junio de 2012

Hasta que el destino decida que es tiempo.

Te recuerdo en una melodía entre sonrisas y sombras melancólicas que se reflejan en la pared incluso cuando la luz ya se ha apagado y todos en la ciudad duermen, excepto tú, excepto yo. Te recuerdo, te evito. Cariño, las leyes no están hechas para mirarlas, las reglas basadas en la moral tampoco, supongo. Han de respetarse, acatarse. Hemos de ser consecuentes con nuestras decisiones y lo más importante: debemos aprender a conocer nuestros sentimientos. Queremos lo que no tenemos, y cuando lo obtenemos queremos más. Un primer beso nos robó el aliento, un último nos separó. Así fue la historia, quizás con mucho amor pero fuimos héroes sin gloria, sin triunfo, una sonrisa perdida y unas agallas que fueron desgantándose con el tiempo. En tiempos de mariposas la magia estuvo, lo recuerdo. Entre unas simples frutas que tocamos levantamos flores, el agua supo encender aún mas el fuego y condensarlo. Suena hermoso, pero, ¿Qué lógica tiene? Si nos encontramos una vez podemos hacerlo de nuevo. A dónde vayas llevarás mi caprichos, mis manías, a dónde vaya llevaré tu esencia angelical, y veré tus ojos reflejados en la Luna mientras esa estrella guardiana me recordará que alguna vez fui Luna y tú me cuidaste. A veces los finales son comienzos, los comienzos son finales. Nadie dice que no podamos volver a encontrarnos, quizás en otra vida amor. A veces las almas gemelas no pueden estar juntas porque necesitan crecer aisladas para volver a encontrarse. Confío en que eso es lo que nos sucedió. Y por ahora, la vida seguirá. Seremos nosotros alguna vez. Por ahora soy yo. Por ahora eres tú en un camino diferente que no debe converger en el mío. Por ahora...

No hay comentarios:

Publicar un comentario