domingo, 1 de agosto de 2010

¿Somos esperanza?

Debatí mucho con mi yo interior el título de esta publicación que consideraré desde ya como especial, luego explicaré porqué. En esta publicación voy a hablar de todo y nada, del negro y del blanco, de las sonrisas ocultas y de las cicatrices. De lo que dije y de lo que no me atreví a decir. Por eso es especial, pero más que por eso, esto significa algo claro. Significa que por fin tengo ideas claras y no un par de palabras sueltas dando vuelta empapadas en sangre.
¿Somos esperanza? Es claro pero amplio, y se presta para muchos razonamientos. Es decir, es ambigüo. Pero... ¿Somos esperanza realmente?
No pretendo criticar a la sociedad como lo he hecho últimamente, porque no vale la pena. Son pocos los que piensan que esta generación y esta sociedad actual en sí es una mierda así es que eso me lo voy a guardar para no causar problemas o discusiones. Me gusta debatir puntos de vista distintos, pero no hoy. Quizás mañana, o quizás nunca más con lo incierto que es todo.
Es que me pregunto, cómo puede ser esperanza un conjunto de huesos envuelto en músculos, nervios, piel y sangre, que posee raciocinio sin embargo no sabe como utilizarlo. Yo al menos, no me considero esperanza. Pero quizás lo sea, y no me he dado cuenta. Quizás sea una heroína y no lo he notado, o quizás sea una basura y tampoco lo haya notado.
Ahora bien. Estos seres descritos anteriormente, con el nombre de humanos no hacen nada por sus vidas. Y esto se está volviendo una crítica social pero no lo es, insisto, es un razonamiento, es una búsqueda incesante de respuestas. Los humanos no hacen nada más que destruírse a si mismos y a lo que los rodea. Me incluyo, porque somos amor y odio, y en eso radica la historia de nuestras vidas. 
Yo me consideraba esperanza hasta hace un par de días. Me consideraba esperanza, porque estudio, porque tengo buenas notas y porque soy disciplinada, me consideraba, dentro de todas las cosas malas que puedo tener, algo más de esperanza académicamente hablando. Pero ahora que lo pienso... ¿Soy realmente esperanza? Piénsalo de la siguiente manera. Puede que tenga excelentes notas, voy a ser una profesional exitosa, quizás me case y tenga hijos, puedo tener una familia feliz. Todo hermoso, una vida soñada pero... ¿Para qué? Si luego me voy a morir. Antes de decir que soy fatalista, sigue leyendo. Porque es en ese punto donde todos me dicen 'Ay Michelle no seas fatalista', y no lo soy, soy realista, y un realista es un positivista bien informado. De qué me sirve todo el esfuerzo que le pongo a las cosas si todos obtendremos lo mismo. Nadie vive para siempre... y puedo ser excelente, tener una vida soñada, pero de aquí a medio siglo nadie se va a acordar de que existí, así como mi abuelita se olvidó de su abuelita, y así como todos se olvidan de todos y de todo lo que hicieron. Einstein se recuerda, Newton, Bohr, Rutherford, Marie Curie, no sé, estoy diciendo gente al aire, gente que al menos debería sonarle conocida a cualquier persona. Ellos fueron esperanza. Ellos descubrieron cosas que ayudaron al mundo y bueno. Nombré solo científicos pero... también podría nombrar gente en otras disciplinas. Aristóteles, Pitágoras, Euclides, Platón, Maquiavelo, Shakespeare, no sé... Ghandi, John Lennon, Elvis Presley... insisto en que estoy nombrando gente al aire. Pero ellos fueron esperanza, ellos descubrieron cosas y las mostraron al mundo haciendo que nuestra civilización pudiera subir un peldaño más en el desarrollo. Pero yo, teniendo buenas notas, ¿Qué tipo de esperanza voy a ser? No soy esperanza.
Ahora, desde la perspectiva social, soy más bien solitaria. Pasé años sociabilizando más con mi libro de ensayos PSU que con mis compañeros. Y no me arrepiento, porque aún estoy a tiempo de decir 'ya no quiero estudiar, ahora voy a tener vida social' y no hay problema, lo haré. En cambio, ellos no están a tiempo para decir 'voy a aprender todo lo que no aprendí en años anteriores' porque ahora están agobiados con cosas y ya no tienen el tiempo de hacerlo ni la capacidad. Digo, si yo no hubiera tenido un aprendizaje significativo en años anteriores tampoco tendría la capacidad... es lógico. Somos normales, somos personas con un CI normal o quizás algo superior pero hey. De qué sirve el medio superior... de nada.
Y esa gente ni siquiera se arrepiente. Salen siempre, encuentran que es decente sacarse un 4,0 y hasta lo celebran, y se alcoholizan, y se drogan, y fuman y... ya no sigo, ¿Cierto? Todos estamos concientes.
¿Somos esperanza?
¿De qué sirve ser vegetariana? Si mientras yo no me como el pedazo de una vaca, al otro lado del mundo hay personas comiéndose a veinte mil quinientas vacas.
¿Cómo puedes ser esperanza para un millón de personas?
Luego de analizar todo esto, llegué a la conclusión de que no soy esperanza, y me resigné  vivir como persona normal, común y corriente. No soy esperanza, okay. Todo bien... pero... cuando dejas de considerarte esperanza, te consideras humano y recuerdas que también sientes, y es ahí donde te caes y es mejor aprender a caminar de rodillas. Yo aprendí a caminar bajo la lluvia de rodillas, ¿Qué importa? Si a todos nos toca algunas veces. Pero me gustaría ser esperanza, me gustaría haberlo sido realmente, me gustaría que hubieran creído en mí cuando yo creía en mí. Pero ahora que yo misma no creo en mí, no me importa si alguien cree... realmente no me importa. Ya no me considero esperanza, y teniendo en cuenta lo anterior no volveré a considerarme esperanza jamás en esta vida. Es así como las cosas cambian para todos. Y es por eso que creo en el que está al lado. Quizás él si sea esperanza, quizás él si tenga las condiciones para hacer creer. Porque seamos honestos, este mundo te hace creer hasta en lo más inusual pero nadie cree en ti. Quizás haya gente que es esperanza, que lo será... Pero eso ya debe reflexionarlo cada uno, si se es esperanza o no se es esperanza. Yo al menos no lo soy...
Quizás en otra vida.
Quizás fui esperanza para alguien sin saberlo...
Tú para mí sí fuiste esperanza.

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