viernes, 11 de octubre de 2013

Errores no concretados.

Desde haces unas horas vives en mis recuerdos, porque asumo que ha sido hoy el día en el que te aparté completamente de todo lo que pudo haber sido, te perdí, porque aunque nunca te tuve, una parte de mí se aferraba a esa esperanza de verte uno que otro día por la mañana. Nunca llegué a saber de ti, nunca intercambiamos más que un par de palabras, pero en tus ojos me dejaste ver que me regalabas el mundo. Yo no esperaba nada, y entonces llegaste con un elegante retraso. Las miradas fueron instantáneas, unos ojos profundos se clavaron sobre mí causándome una inevitable torpeza, no porque fueras especial, sino porque siempre he sido felizmente introvertida y no soporto que alguien intente analizarme. Y tú lo hiciste, te acercaste y me aconsejaste, me hiciste ver algunos errores con tacto y una voz dulce, tenue, casi susurrante. No sé si fue ese dejo de ternura y seriedad o la atención que me diste cuando estaba tan vacía, ¿Eras un introvertido como yo? ¿Qué opiniones tienes? ¿Qué cosas te gustan?... Nunca llegaré a saberlo aunque asumo que me gustaría. Pero no pude soportarlo, mi corazón ya estaba ocupado y decidí ser tajante al segundo encuentro, no respondí las sugerencias, me limité a dar las gracias ante algún gesto amable: te alejé de mí intencionalmente. Hoy estaba lista para un encuentro más, mantendría la actitud de los últimos, pero entonces sonreíste y me di cuenta de lo mucho que eras y sigues siendo. Me diste algo por lo que creer, me hiciste vivir una vez más ese nerviosismo de una niña que gusta de alguien por primera vez. Hoy te convenciste de que debo tener un retraso mental o algo semejante por algunos errores pequeños, y desde esa perspectiva no hay nada que hacer más que mejorar las cosas. Se acabó la magia de tu parte, hiciste caso a mi indiferencia y ahora soy yo la que busca una mirada, un gesto, y no encuentra ni eso ni nada. Probablemente nunca llegaríamos a nada, es imposible y arriesgado, pero en un mundo paralelo cuando cierro los ojos desearía convertirme realmente en un error que suceda, un error sin el que no puedas vivir. Lamentablemente, viviré un buen tiempo con la idea de lo que podría haber sido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario