"Muchas personas optan por los silencios y por encerrarse en sí
mismas cuando algo les va mal. Creen que si no comparten sus
preocupaciones, éstas son menos reales y podrán ir viviendo sin
enfrentarse a sus miedos. En algunos casos, incluso, la actitud
impenetrable surge bajo un equivocado concepto de protección al resto: 'no le cuento, así no se preocupa'. Convivir con alguien a quien le parece
bien seguir manteniendo un muro de silencios e indiferencias no debería
ser una opción".